Una amiga quería regalar a sus padres, sus propias fofuchas personalizadas, y además, la de su otra hija y el nieto. He de decir, que me encantó el encargo, pero que la madre, me trajo de cabeza, justo, por la cabeza: ¡¡¡¡Una abuelita con el pelo rosa!!!!
tardé 2 horas sólo en su cabecita, he de decir que es la fofucha que más me ha costado con diferencia.
Menos mal que les encantaron todas. Ahí va la familia al completo
Diego, amante de los libros, bailarín fantástico y un chaval estupendo
He aquí la cabeza en cuestión. ¡viva la modernidad!
Los están disfrutando muchísimo, según me han contado, están en un lugar privilegiado del sálón.
Eh!!! se me olvidaba Tere, perdona ¡uy!